Parece que se marcha este invierno oscuro y gris, para algunos tan nefasto y para nosotros tan acogedor, pues en los días más fríos nos perdíamos bajo el edredón. Cuando llovía nos refugiábamos en nuestro nidito de amor para iniciar ese temporal de cariño inacabable que nos desborda corazón. Y así un día tras otro, pasando de nieve a chaparrón pero siempre resguardados en nuestro propio calor, pasó por delante de nosotros este invierno largo y de días acaparador.
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