domingo, 17 de abril de 2011

Lluvias que no se ven pero se sienten.


Cuando llega el frío buscaba la calidez de un abrigo. Si me duele la cabeza una sola píldora me despeja. Cuando aparece el calor encuentro la sombra bajo mi parasol. En época de lluvias huía de ella bajo mi paraguas...

Tenía la convicción de que para todo en esta vida había solución. ¡Tonta de mí!, pensaba, creía. Hasta que te perdí...

Pues para este dolor no hay pastillas, ni curación. Para esta pena impasible no tengo consuelo posible. Para esta lluvia tan densa no existe paraguas que me proteja, de esta agua maldita que me sigue desde tu partida.


Dedicado a mi querido gato S.C. finado el día 20 de Marzo del presente año.

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