lunes, 10 de mayo de 2010

Las niñas tristes

Todas las niñas tristes reconocen las mentiras antes de ser pronunciadas. Todas las niñas tristes recogen el eco de las voces en sus miradas. Dicen que detrás de cada parpadeo de una de ellas se esconde aquello que no pueden decir y que en cada uno de sus gestos muere la ilusión de lo que desearon vivir. Las niñas tristes no son dueñas su vida y resisten a duras penas a los golpes y las heridas. Cuentan que las niñas tristes, aunque pase el tiempo, no crecen nunca por miedo a perder la confianza de la luna que siempre las escucha. Las niñas tristes no saben vivir, solo piensan en dormir. Dormir y soñar con aquello que no tienen, mientras malviven olvidadas entre mil recuerdos que duelen.

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