lunes, 10 de agosto de 2009

Partida finalizada

Esto no es juego, a diferencia de ti yo nunca jugué a mentir, tú fuiste maestro del engaño para hacerme creer cada una de tus mentiras. Me vendaste los ojos aprovechándote de mi inocencia. Ataste el nudo fuerte, pero con el tiempo hasta el nudo más enrevesado se acaba aflojando y todas las vendas terminan por caerse…

No te lo perdono, esta vez no voy a ceder, no te voy a permitir que vuelvas como si nada hubiera sucedido. Ahora que la fortuna por fin me sonríe no voy a dejar que enturbies el momento con tu falsa cordialidad y tus ecos de rencor.
Yo te condeno al destierro porque por una vez, aunque solo sea una vez en la vida tengo derecho a juzgar y a condenar a quien me ha hecho tanto daño. Esta vez no seré tu ángel pues bajo mis alas no hay cabida para ti, voy anudarte la soga al cuello para ser tu verdugo. Si al infierno una vez tú me mandaste hoy te encierro yo en él para mirarte desde lejos, desde mi castillo en las nubes, lugar donde nunca, nunca jamás vas a poder regresar.

Hoy quemé tu escalera de color y todos esos ases falsos que guardabas en la manga. Ya no te queda ningún truco que pueda sorprenderme. Sé que todo lo que venga de ti no es más que una ilusión o un juego tonto de luces, ya no eres ni maestro, ni mecenas de la mentira, tan sólo un infeliz candidato a vivir como alma en pena.

Y una vez despojado de tus engaños y mentiras, de esos dados trucados que burdamente engañaban al azar y de tus cartas marcadas que dirigían el juego, sin todos tus trucos infames ya sabes que para ti se terminó la partida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario