miércoles, 13 de mayo de 2009

¿Puedo repetir?

No me considero una princesa de reparos vanos ni de paladar excesivamente refinado, por todos es sabido que suelo comerme lo que me ponen en el plato.Eso sí, siempre que se cumplan tres requisitos mínimos de cara a que mi estómago lo tolere, y esos son-: nada de bacalao, el cordero ni de lejos (su característico olor me llega a producir nauseas) y por supuesto queda prohibida la ingesta de queso fundido a riesgo de que pueda terminar con el estomago revuelto durante días.

Últimamente en lo referente a los platos de pasta me estoy volviendo más exquisita, y ya no apruebo la ingesta de la pasta insípida y pastosa de mi madre. En este cambio tiene mucho que ver mi querida jirafa, su manera de cocinar este tipo de alimentos ricos en carbohidratos dista mucho de la sosa y dejada manera que tiene mi real madre.

Si bien es cierto que la rutina de la cocina diaria es muy esclava y difícil de llevar, me asombra que desde unos años atrás la reina madre haya dejado completamente su gusto por la innovación y la cuidada elaboración que antaño le ponía a las comidas. También he de reconocer que a mi hermano solo le gusta la comida de la manera más grasienta y simple, la fritura, por lo cual creo que es más que comprensible el abandono culinario de mi madre.

En cualquier caso me fascina la manera que tiene de cocinar la pasta mi jirafita, él siempre dice que al aprender de su madre la receta original es mejor que la suya, aquí yo discrepo, pues siempre le da un toque suyo que por mucho que niegue su madre no tendrá.

Muchas veces se avergüenza de que las ideas le abandonen en el momento previo de hacer la comida (cosa que no es siempre cierta) y terminemos comiendo pasta. Pasta con carne especiada y tomate. A años luz de la pasta recocida e insulsa de mi señora madre. Pasta que me sabe a gloria, como los momentos que paso con él.

Todo lo que cocina mi cuadrúpedo gigante favorito tiene un sabor distinto y especial, y no solo es por las ideas y las mezclas que se le puedan ocurrir si no por el cariño y la dedicación que le pone, como con todo lo que hace. De aquí que afirme que unos de los ingredientes principales que mi jirafa usa y pone es el amor. Naturalmente que así de rico le salga todo y así se entiende que mi real paladar, que no es "tiquismiquis" pero tampoco nada tonto, prefiera no sólo la pasta si no todo lo que sale de su mente y de sus manos. Y una vez dicho esto solo me queda preguntar ¿Puedo repetir?

2 comentarios:

  1. Qué razón, no hay nada peor que unos espaguetis pasados... je je je... pero eso del queso fundido... nunca entendí cómo puedes vivir sin saborear un buen trozo de pizza italiana... ni la coca-cola! Je je je... por lo menos siempre nos unirá un buen sandwich de nocilla, de esa de dos colores, eh?!?!

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  2. Es cierto, soy una princesa rara, tan rara que no puedo ni con el queso, aunque mi jirafa se empeñe en que pruebe una de sus pizzas (eso sí, me ha dicho que a mí me hará una sin queso, ya te contaré que tal este invento jajaja) y no entiendo la fascinación que tiene el resto de los mortales por la coca cola (pero ojo, que respeto =P) Últimamente he probado el Dr. Pepper esa cola americana que sabe a piruleta de corazón (mi jirafa es muy viajada y le encantan los refrescos que yo llamo exóticos y que hay que buscar a una tienda de productos importados jajaja) y no me ha disgustado =P y el 7up de fresa también está bueno, eso sí a mí sólo me quita la sed el agua (así que sigo saliendo barata xD)

    El bocadillo de nocilla merece un capítulo aparte, es uno de los grades bienes que la humanidad aportó al mundo (más bien de los pocos =P) y esa de dos cacaos el el extasis de los golosos =D

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